Todo el mundo sabe, en gran medida gracias a los consejos y advertencias de abuelas y abuelos, que la miel cuenta con magníficas propiedades para la salud. El remedio más extendido y más conocido por todos suele ser la toma de miel cuando aparece el dolor de garganta, para suavizarla y frenar en la medida que se pueda la tos.
Pero que sea el remedio casero a base de miel más conocido y extendido no quiere decir que sea el único. Cada vez se descubren más propiedades con las que la miel nos sorprende y que a buen seguro, muchos de vosotros no conocíais hasta el momento.
Beneficios de la miel
Veamos en qué nos puede ayudar el consumo de miel y cuál sería la forma correcta de consumirla para poder aprovechar todas sus cualidades y sus beneficios. Pero antes hay que remarcar que la miel cuenta con una gran concentración de azúcar, por lo que no se debe abusar de su consumo, básicamente como pasa con todos los elementos de nuestra alimentación.
- Remedio para la tos: a pesar de ser uno de los beneficios para la salud más conocido, no hay que olvidarse de él. La mezcla de la miel natural con jugo de limón ayudará a aliviar la tos de forma considerable ya que recubre las paredes de la garganta y consigue suavizarla.
- Beneficios para el descanso y el sueño: tan sencillo como un vaso de leche caliente con unas cucharadas de miel. Gracias al azúcar natural de esta se produce una ligera secreción de insulina, lo que permitirá la mejor absorción de la melatonina, vital para la regulación del sueño.
- Refuerzo de calcio para los huesos: en caso de que sea necesario la toma de calcio para reforzar la salud de los huesos, hazlo con una cucharada de miel. Su consumo aumenta la absorción del calcio por parte del organismo hasta un 33% según algunos estudios, ayudando así a aumentar la masa ósea.
- Suplemento energético durante la práctica de deporte: si te gusta la práctica de deporte, en especial el atletismo o ‘running’. Prepara como avituallamiento un poco de té verde con miel de romero. Aparte de la prevención del riesgo de hipoglucemia, favorece la oxidación de las grasas y la liberación de glucógeno, que ayuda a eliminar las toxinas que se acumulan durante el esfuerzo.
- Antiséptico para heridas, quemaduras y úlceras: entre los beneficios para la salud que más suelen llamar la atención está su capacidad antibacteriana. Si se aplica la miel sobre una herida, úlcera o quemadura conseguirá prevenir sobre posibles infecciones, ya que su densidad evitará la presencia de bacterias y suciedad.
- Piel seca: gracias a sus propiedades curativas y suavizantes la miel es un ingrediente perfecto para añadir a los baños. Se puede aplicar la miel directamente sobre la piel áspera o mezclarla con el agua de nuestro baño.
- Remedio para suavizar la resaca: al tomar miel se activa el metabolismo del hígado, siendo capaz de eliminar hasta un 35% del alcohol que hay en el organismo. A raíz de ahí se comenzarán a eliminar toxinas que harán que descienda el malestar. Por desgracias los remedios para acabar totalmente con la resaca aún no existen, excepto el de no beber alcohol.
- Ayuda con las digestiones difíciles: al tratarse de un alimento predigerido por las propias abejas, la absorción por parte del organismo humano se produce rápidamente. Algunas mieles naturales como las de romero o tomillo consiguen aliviar el ardor y las úlceras de estómago.
- Ciclo menstrual: el consumo de miel tiene más beneficios para la salud. En este caso estimula la producción del ácidograso omega 6, que se encarga de regular los procesos hormonales que afectan al cuerpo.
- Tratamiento contra el estreñimiento: ya que la miel es un excelente laxante natural. Su comportamiento hace que al llegar a determinadas partes del cuerpo se comporte como si fuera una fibra vegetal. Aparte son el alimento preferido de las bacterias beneficiosas que habitan en nuestra flora intestinal.
Como hemos podido comprobar, la miel es uno de los alimentos más beneficiosos para la salud. Pero estos no son todos los aspectos en los que la miel puede ayudarnos. Es un magnífico estimulante para el sistema inmunológico, puede prevenir la sequedad labial, a minimizar los efectos de las alergias, la aparición de acné, mejorar el funcionamiento del cerebro o crear mascarillas para cabello y piel.
Todos estos beneficios al incluir la miel en la alimentación sólo se producen en los adultos. No es aconsejable dar miel a los niños menores de un año ya que el desarrollo de su flora intestinal aún no está completada y es incapaz de procesarla de manera correcta.
Como siempre, os recordamos que muchas farmacias cuentan con nutricionistas especializados que te aconsejarán mejor que nadie en cuanto a la dieta que más te conviene.
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