Entre el 3% y el 10% de las embarazadas de Europa toman antidepresivos durante la gestación. El consumo de estos fármacos durante el embarazo podría incrementar el doble la posibilidad de que el pequeño desarrolle un trastorno del espectro autista. Así lo afirman expertos de la Universidad de Montreal en un artículo publicado en la revista JAMA Pediatrics.

Éste es una condición neurológica que da comienzo en la niñez y que está presente el resto de la vida de quien lo padece. Sus efectos se manifiestan en el comportamiento, especialmente en la relación con otros, en la comunicación y en el aprendizaje. Es decir, a estas personas les cuesta relacionarse y comunicarse con el resto de la sociedad. Este trastorno incluye el síndrome de asperger, y el autismo atípico.

Más concretamente, es común que las personas que padecen trastorno del espectro autista no te miren a los ojos cuando le hablas, o directamente les cueste mantener una relación con alguien. Sería lo que conocemos comúnmente como “estar en su mundo”.

¿Por qué aparece el autismo con el uso de antidepresivos?

Os preguntaréis por qué sucede esto. Pues bien, tradicionalmente se ha asociado la aparición de trastornos como autismo, síndrome de asperger o autismo atípico con causas genéticas y ambientales. Sin embargo, estos especialistas exponen que la ingesta de antidepresivos en el segundo y tercer trimestre del embarazo incrementa hasta un 87% la posibilidad de que los pequeños sufran un trastorno del espectro autista antes de los siete años. En esta investigación se ha observado que las posibilidades aumentan en el caso de los antidepresivos, como el Prozac.

Es muy importante tener buen conocimiento de los efectos que puede conllevar el consumo de antidepresivos si tenemos en cuenta que las previsiones apuntan a que en los próximos años la depresión será la segunda causa de incapacidad a nivel mundial. Esta importancia aumenta más aún si contamos con que las embarazadas seguirán consumiendo antidepresivos durante la gestación, que puede afectar en el sistema neurológico de los bebés.

Sin embargo, tal y como afirman sus propios investigadores, este estudio tiene sus limitaciones. Esto se da porque los datos de la investigación sólo muestran las prescripciones sin tener en cuenta el estilo de vida de la madre, ni el uso real de los antidepresivos, los cuales también podrían ser causas determinantes en la aparición de la patología.

Este hecho no determina que no pueda ser posible el consumo de antidepresivos durante el embarazo. Hay que contar con que las consecuencias podrían ser peores por el desarrollo de la propia depresión, la cual podría influir en la aparición de autismo, incluso de otros problemas psiquiátricos en el bebé.

Desde Farmacias.com os recordamos la importancia de consultar siempre con especialistas que puedan aconsejarnos si se diese el caso, para poder tomar decisiones siempre desde el profundo conocimiento de la situación.


banner app Farmacias.com