Este artículo es una continuación de La alimentación en el primer año de vida (Parte 1).
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Alimentación no sustitutiva
3. Alimentación complementaria
Una vez que nuestro hijo ha cumplido los seis meses de vida, es hora de iniciarle en una alimentación variada con el fin de que se acostumbre a nuevos sabores y texturas y lograr así una adaptación sencilla y fructífera. ¡Ojo! Hablo de alimentación complementaria y no sustitutiva. Hasta que nuestro hijo no cumpla un año de vida, la leche debe ser su principal sustento. Los pediatras aconsejan que esta introducción de alimentos no sustituya, en principio, ninguna toma de leche. Aunque ya iréis viendo que, a medida que vayan comiendo un poco más de otro tipo de alimentos, las tomas de lactancia se irán reduciendo. Pero como he dicho, hasta el año de edad, nuestro hijo debe tomar al día, como mínimo, medio litro de leche.
Lo primero que se suele introducir en la alimentación es la fruta. Según como sea vuestro hijo, os costará más o menos. Yo he tenido la suerte de que tengo dos glotones en casa que les encanta probar de todo, pero han tenido sus épocas de no querer ver la fruta ni en pintura. Es normal que al principio lo rechacen y tomen muy poquita cantidad. Imaginad el salto cualitativo que supone pasar de la leche, algo rico y líquido que no les cuesta ingerir, a una fruta con un sabor y textura totalmente diferentes.
Al principio introduciremos las frutas más comunes en nuestra alimentación, como son la pera, la manzana, la naranja y el plátano. Dejaremos para más adelante aquellas que puedan ser más sensibles a posibles fenómenos de alergia, como son el melocotón, el melón, el kiwi o las fresas.
Siempre es recomendable que, al introducir un alimento nuevo, esperemos 3-4 días antes de introducir otro, con el fin de saber qué alimento ha podido causar la alergia en el caso de que ésta se haya producido.
Después de la fruta viene la verdura. Aquí nos va a pasar un poco igual que con la fruta. El cambio de sabor y texturas, añadidos al hecho de que la verdura nos la comeremos caliente, pueden hacer que no quieran tomar mucho al principio. Pero tranquilos, poco a poco irán comiendo más cantidad.
¿Por qué verdura empezamos? Es importante empezar por verduras de sabor suave, como es la patata, la zanahoria o el calabacín. Y dejar para, casi el año de edad, verduras más fuertes como son las coles. También se recomienda no introducir en su alimentación verduras de hoja verde, como son las espinacas o las acelgas, hasta el año de edad, por su contenido en nitratos, perjudiciales para nuestra salud a partir de una cierta cantidad. Por supuesto, nada de añadir sal a los purés.
Un pequeño consejo para cuando vayáis a darle el puré de verduras a vuestros hijos. Una vez que lo tengáis elaborado, antes de dárselo, echad un chorrito de Aceite de Oliva Virgen, en crudo. Además de los beneficios que todos sabemos sobre el aceite de oliva, va a mejorar mucho el sabor del puré y nos va a ayudar en el tránsito intestinal de nuestros hijos.
La carne va a ser otro ingrediente que podremos añadir a nuestra alimentación, como por ejemplo a los purés de verdura. Empezaremos por carnes blancas como son el pollo y el pavo, y después la ternera. Dejamos para lo último el cerdo, el cordero y el conejo, más por una cuestión de digestibilidad que de salubridad.
El pescado puede ser un alimento conflictivo, en cuanto a fenómenos de alergia se refiere. En mi caso, no me han dejado introducirlo hasta los 9 meses de edad. Empezamos por los pescados blancos, como son la merluza o el lenguado, y dejaremos los pescados azules (debido a su posible contenido en metales pesados) para cuando cumplan el año de edad. Siempre es recomendable que el pescado se haya congelado previamente para evitar una posible infestación por Anisakis.
El huevo es otro alimento conflictivo, por sus fenómenos de alergia. No vamos a introducir el huevo hasta los 8 meses de edad, más o menos. Empezaremos sólo por la yema cocida, añadiendo un cuarto de yema al puré de verduras, para ir aumentando poco a poco. Dejaremos la clara de huevo para cuando haya cumplido el año de edad. El huevo es un alimento altamente nutritivo y no debe faltar en nuestra dieta, a pesar de su contenido en colesterol. Siempre que se ingiera de forma moderada, el huevo no debe faltar en nuestros platos.
He dejado para lo último, en cuanto a alimentación complementaria se refiere, a los cereales, porque hay mucha controversia en este tema. La celiaquía o la intolerancia al gluten, es un problema acuciante en el ámbito de la Salud Pública. Hay numerosas investigaciones que, lejos de poner algo de luz en nuestro camino, nos lo llenan de muchas sombras. La introducción o no del gluten a una determinada edad no tiene una regla estricta. Sin ir más lejos, a mi hijo el mayor no me dejaron darle gluten hasta cumplidos los 10 meses. Sin embargo, con la pequeña, nada más cumplir los 6 meses me hicieron dárselo. Así que en este punto no puedo deciros más que “haced lo que vuestro pediatra os haya dicho”. Y que haya suerte y no aparezcan problemas de intolerancia.
Sin más que añadir, “bon appétit”.