Hace poco os hablamos en Farmacias.com del parto vertical y de la llegada de una nueva silla llamada Relaxbirth a algunos hospitales privados españoles, como forma de intentar tener un parto sin dolor. Dar a luz es toda una aventura personal muy diferente en cada mujer, y muestra de ello es el hilo de comentarios que tuvo la noticia de la silla de parto vertical en la publicación que hicimos en el Facebook de Farmacias.com. Hoy queremos explicarte la utilización del óxido nitroso (conocido como “gas de la risa”) en el parto, ya que en algunos hospitales españoles las embarazadas tienen la opción de elegir este tipo de anestesia para tener un parto sin dolor.
Otras opciones de parto sin dolor
Desde hace miles de años, en civilizaciones antiguas, para paliar el dolor se utilizaban técnicas de sugestión y distracción, provocando otro dolor para “engañar” al cuerpo y minimizar el dolor del parto. Afortunadamente hoy sabemos más y hay otras técnicas de parto sin dolor. Si has acudido a clases de premamá, sabrás de lo que hablamos.
Estas técnicas de parto sin dolor consisten principalmente en utilizar determinadas posturas, en aprender a controlar la respiración y, fundamentalmente, en técnicas de relajación como por ejemplo la relajación muscular progresiva de Jacobson, o el entrenamiento autógeno de Shultz.
Además de estás técnicas naturales, las embarazadas en última instancia pueden recurrir al uso de la anestesia epidural para tener un parto sin dolor. Como seguramente sabrás, la epidural consiste en una inyección que se realiza en la espalda. Gracias a este procedimiento, la mitad inferior del cuerpo pierde sensibilidad y queda adormecida.
Gas de la risa para el parto sin dolor
Seguramente cuando oyes hablar del gas de la risa te vienen a la mente imágenes de dibujos animados o películas norteamericanas, o te acordarás de aquel famoso vídeo del niño después de salir del dentista, y que puedes ver al final de este artículo.
Lo cierto es que el óxido nitroso lleva muchos años con nosotros. Fue descubierto en 1771, pero al principio sólo se usó en ferias y circos con motivos de ocio, para provocar la risa. No sería hasta 1844 cuando se descubrieron sus posibilidades como anestésico. Este descubrimiento tuvo lugar en una de estas representaciones de circo, en Boston, cuando un dentista vio cómo una persona que había tomado gas de la risa, se golpeaba duramente contra una silla y no evidenciaba dolor.
La utilización de este gas es una alternativa a la epidural para el parto sin dolor, y se utiliza desde hace bastantes años en países como Canadá, Finlandia o Australia, en casi la mitad de los partos. Desde hace menos, también se está recuperando en Estados Unidos, donde prácticamente había dejado de utilizarse, y en España se va introduciendo poco a poco en algunas comunidades autónomas, aunque todavía a día de hoy la epidural sigue siendo el método que prefieren las embarazadas españolas para tener un parto sin dolor y más llevadero.
Una de las ventajas del óxido nitroso es que no deja rastro en la sangre y en otros tejidos, al ser insoluble, y que produce una anestesia rápida, que además no suele mantenerse mucho tiempo en el cuerpo una vez que se suspende su suministro. Se administra por las vías respiratorias, mediante mascarilla o boquilla para aspirar, los pulmones lo eliminan casi por completo, y no afecta ni al feto ni a la lactancia.
Otra ventaja del gas de la risa para intentar tener un parto sin dolor es que no impide a la embarazada empujar durante la fase activa, y permite además adoptar la posición que más cómoda resulte a cada mujer durante las contracciones.
En cualquier caso, os recomendamos consultar a vuestro médico si es posible o no recurrir hasta analgésico en vuestro parto, ya que depende de cada comunidad autónoma y de cada hospital el ofrecerlo a sus pacientes.
Y no olvidéis que no existe un parto igual a otro, y que la experiencia de cada mujer es diferente. Esperemos que vuestro parto sea fácil y con el mínimo dolor posible.
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