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Ya está muy cerca el verano, empieza a aumentar el calor y muchas personas ya tienen la cabeza puesta en la playa y están pensando en el “baño de sol” que tienen ganas de darse. La gran mayoría se esfuerza cada verano por conseguir el bronceado perfecto sin que ello suponga tener que sufrir quemaduras o poner en riesgo su salud.

Lo que ya todo el mundo debería saber es que está prohibido tumbarse al sol sin protección solar y más aún durante las horas de máxima incidencia del astro rey. Pero entonces, ¿cuál es la mejor forma para conseguir una piel bronceada? Pues seguro que no te habías parado a pensarlo, pero la alimentación puede jugar un papel muy importante. Es habitual que se olvide la capacidad de ciertos alimentos no solo para conseguir un bonito bronceado, también se olvida que algunos son capaces de proteger la piel de las radiaciones solares.

Prepara tu cuerpo para el bronceado

Es recomendable que si se quiere conseguir un resultado óptimo en el bronceado comencemos a preparar el cuerpo unas semanas antes. Para ello, además de usar las posibilidades que ofrece la cosmética, como puede ser el realizar unas exfoliaciones periódicas, hay otra poderosa herramienta, que combinada con la anterior hará que sea mucho más sencillo conseguir el mejor bronceado de toda la playa: la alimentación.

Productos integrales: incluye en la dieta algún producto integral. En la actualidad hay a nuestro alcance una gran cantidad de estos productos. Los que serán más sencillos de incluir en la alimentación diaria seguramente sean el arroz, la pasta o el pan. La gran ayuda de este alimento al bronceado es que aporta al organismo una gran cantidad de Vitamina B, que hidrata la piel desde dentro y permite que el bronceado se note más rápido.
Comer verduras: cuanto más llamativo y vivo sea el color de la verdura, más betacaroteno aportará. Este es un pigmento rico en vitamina A que ayuda a evitar de manera considerable las quemaduras producidas por el sol. Especial hincapié deben poner en este tipo de alimentos las personas de piel sensible que se queman con facilidad bajo el sol.
Zumos de frutas: son el aliado perfecto para ayudar al bronceado de la piel ya que son los responsables del aumento de melanina natural en la piel, acelerando así el bronceado de forma significativa. Los alimentos que contienen más vitamina C son los cítricos, el mango, la papaya o el kiwi, que tiene aún más vitamina C que la propia naranja. A los zumos con estas frutas les puedes añadir una zanahoria, tomate o frutos rojos.
Un vaso de vino: es un viejo dicho que un vaso de vino en cada comida es capaz de ayudar a la mejoría de la salud. Y algo de cierto tiene esta afirmación ya que el vino tiene un alto poder antioxidante, por lo que su consumo, siempre de forma moderada, ayuda a que las defensas anti edad estén al máximo.

Bronceado a través de la alimentación

Una vez llega la época estival, y tras unas semanas consumiendo los alimentos que antes hemos citado para que el cuerpo esté preparado cuando contacte con el sol, llega el momento de tumbarse en la playa. Pero no se debe bajar la guardia y en esta época, si se quiere disfrutar de un mejor bronceado, habrá que incluir algún alimento más en la lista anterior.

Vitamina E: es la encargada de bloquear los radicales libres, culpables del envejecimiento del cuerpo. Para darle un buen aporte de vitamina E al cuerpo es aconsejable consumir legumbres, frutos secos o cereales.
Vitamina C: la encargada de proteger las fibras de colágeno y elastina contra la radiación solar. Para que tu bronceado luzca por encima de las demás personas incluye en tu alimentación frutas rojas, espinacas, coliflor o perejil.
Ácidos grasos: son los culpables de que el bronceado se mantenga en buen estado durante más tiempo, prolongándolo así en el tiempo. Los frutos secos, los aceites vegetales o el pescado azul son capaces de hidratar y dar elasticidad a la piel desde dentro, permitiendo así que el bronceado permanezca intacto durante más tiempo.

Intenta incluir estos alimentos en tu dieta durante unas semanas y podrás disfrutar de una piel perfectamente preparada para tomar esos largos “baños de sol” que tienes planeados. Recuerda que estos alimentos ayudan al bronceado, pero deberás aplicar también protectores solares e intentar mantener una hidratación correcta.